La locura son tus labios reclamándome la duda, el responderte sin saber lo que preguntas. Y no miento si te digo que la amargura es la miel que brota de tu boca, que tu frialdad es la furia de mis latidos, y mi sangre alborotada me recorre al compás de tus caricias. Un escalofrío casi imperceptible sube por mi espalda y mi mente ya no esta, mi piel protagonista y victima te envuelve y se estremece, me domina y me controla. Me escapo de entre tus dedos como agua corriente, me amarras de golpe con un beso violentado, casi furioso, apasionado. Mis sentidos impotentes y descontrolados se sensibilizan, mis labios recorren tu cuello como una ráfaga sutil y arrasadora. Tu respiración como palabras resuena en mi oído; Mi cuerpo erizado y derrotado se tiende a tu merced. Nuestros cuerpos invadidos por recorridas aventuradas, colmadas de deseo insaciable sin fin.
jueves, 16 de septiembre de 2010
17S.
La locura son tus labios reclamándome la duda, el responderte sin saber lo que preguntas. Y no miento si te digo que la amargura es la miel que brota de tu boca, que tu frialdad es la furia de mis latidos, y mi sangre alborotada me recorre al compás de tus caricias. Un escalofrío casi imperceptible sube por mi espalda y mi mente ya no esta, mi piel protagonista y victima te envuelve y se estremece, me domina y me controla. Me escapo de entre tus dedos como agua corriente, me amarras de golpe con un beso violentado, casi furioso, apasionado. Mis sentidos impotentes y descontrolados se sensibilizan, mis labios recorren tu cuello como una ráfaga sutil y arrasadora. Tu respiración como palabras resuena en mi oído; Mi cuerpo erizado y derrotado se tiende a tu merced. Nuestros cuerpos invadidos por recorridas aventuradas, colmadas de deseo insaciable sin fin.
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