domingo, 27 de marzo de 2011

Lo peor es que de chiquita no creía en un destino, y ahora juego con él.


No quiero hablar de cosas que nos pongan tristes, aunque todavía me hieren ahora es otra historia. He jugado todas mis cartas, y tú también ya no hay nada que decir ya no quedan más ases para jugar. El ganador se lo lleva todo el perdedor se encoge ante la victoria, ese es su destino. 
Estaba en tus brazos pensando que pertenecía a ellos en sentido figurado construyéndome una valla. Me refugiaba en mi hogar, pensando que sería fuerte allí, pero estaba loca jugando con esas reglas. Los Dioses lanzarán los dados sus mentes, frías como el hielo y alguien aquí abajo va a perder a alguien querido. El ganador se lo lleva todo el perdedor se ha derrumbado es simple y está claro ¿por qué debería quejarme? 
Pero dime, ¿ella te besa como yo solía hacerlo? ¿sientes lo mismo cuando ella dice tu nombre? En tu interior debes saber que te hecho de menos no importa lo que diga las reglas deben obedecerse.  Los jueces decidirán todo lo que he aguantado los que solo miran nunca ganan. El juego vuelve a empezar, un amante o un amigo, algo grande o algo pequeño el ganador se lo lleva todo. No quiero hablar si te pone triste y ya veo que quieres que seamos amigos. Me disculparás si verme tan tensa te hace sentir mal. No me fío, ya ves, el ganador se lo lleva todo.

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